miércoles, 21 de noviembre de 2012

Aprendo a leer y escribir con el método constructivo

A su ritmo y jugando

    Cada maestro tiene su librillo. Nunca mejor dicho cuando se trata de enseñar a un niño a leer y escribir. El método constructivo es el último en llegar a las aulas. Parte de la base de que vivimos rodeados de palabras escritas. Cuando el niño llega a la escuela infantil, ya sabe más de lo que uno se imagina. Sólo es cuestión de guiarle y estimularle para que, a si ritmo, aprenda a manejar y dominar los códigos

    Algunos expertos apuestan por obviar los métodos de lectoescritura -el global y el tradicional-  y buscar un aprendizaje más natural. Eso es precisamente lo que preconiza el sistema constructivista, que respeta el ritmo madurativo del niño y que parte de la base de que aprendemos a leer y escribir para comunicar. Vivimos en un mundo de palabras y textos, por lo que el niño cuando llega al colegio, ya tiene conocimientos previos de algunas de ellas y ya es un lector, aunque no conozca el código. Y no sólo eso. En ese mundo hay muchos tipos de textos y todos diferentes: carteles publicitarios, noticias de periódicos, subtítulos de películas... Por eso, un profesor que aplique este sistema no trabajará únicamente con un tipo de escritura, sino con todas. Así, le invitará a leer recetas de cocina, postales, la lista de alumnos, un cuento... Otra cosa es que el niño, cuando comience a escribir, prefiera las letras mayúsculas o las cursivas.

    Desde el primer día, al niño se le invita a leer y a escribir “como los mayores”. Y él lo hace, apoyándose en imágenes e interpretando el texto a su manera. Por supuesto, luego el profesor se pone a su lado y lo hace correctamente. También se le anima a que busque las letras que conoce –el abecedario siempre está presente en clase– y las palabras que ya ha visto antes, como su nombre –es lo primero que aprende en casa y se trabaja en clase–. Y así, poco a poco –según el ritmo de maduración de cada niño– y a base de leer todos los días–, aprenderá las claves y códigos de escritura. De hecho, hay niños que ya leen con sólo 3 años de edad

Ayúdale

  • Los niños imitan a su padres. Si te ven leyendo el periódico todos los días, es posible que un día descubras que él también hace lo mismo.
  • Lee diariamente un cuento con el niño: primero hazlo tú y después anímale a que lo intente él. Si aún no sabe, lo interpretará a su manera. Jugad a descubrir en el texto letras y palabras que conozca.
  • Explícale lo que aparece escrito en cualquier objeto de su entorno: en la caja de cereales, en su jarabe para la tos, en una valla publicitaria... Así le enseñas nuevas palabras  y fomentas su curiosidad. Terminará preguntándote continuamente “¿qué pone ahí?”
  • Repasad juntos todos sus trabajos de clase. Valora su esfuerzo y evita presionarle.
  • Pregunta a su profesor por el material más adecuado para trabajar con tu hijo. Cada uno de los sistemas de lectoescritura usa herramientas distintas. La cartilla es el instrumento clásico del método tradicional y las fichas que identifican las imágenes con sus nombres, uno de los más adecuados para seguir el método global en casa.


2 comentarios:

  1. Hola, me gusta mucho como ta queda el blog, estamos en facebook...si quieres pasarte por el mio...recursosparalaeducacion.wordpress.com

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  2. Hola Juan, ¡muchas gracias! Me paso a hacerte una visitilla y a aprender todo lo que se pueda. Un saludo

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