Abecedarios animados
Coloca en abecedario en el orden correcto
Juega con el abecedario
Blog didáctico para la colaboración en el aprendizaje de la lectoescritura, apoyándose en las nuevas tecnologías.
sábado, 20 de octubre de 2012
¡¡Este es mi GRAN objetivo!!
Con la creación de este blog pretendo aportar mi granito de arena a las familiar con niños en edad de aprender a escribir y leer. Las nuevas tecnologías han influido mucho en este campo, permitiendo realizar actividades de lectura y escritura on-line, juegos didácticos, así como poniendo a disposición de los usuarios cartillas de lectura descargables, fichas de aprendizaje imprimible, diferentes y multitud de actividades y muchos métodos actuales para acompañar en un mejor establecimiento del conocimiento de la lectoescritura, así como extensa información que nos ayude a comprender los posibles problemas que nos podemos encontrar en el camino.
Antes de nada me gustaría dar las gracias a todos los que dediquen un minuto a leer alguna de mis aportaciones, y espero que, poco a poco, mi GRAN objetivo se cumpla. Solo me queda solicitaros vuestra colaboración personal con cualquier comentario que pueda ser útil a otra persona, exponiendo vuestras experiencias positivas, explicando cómo habéis contribuido en esta dura tarea con vuestros hijos o qué problemas os habéis encontrado en este difícil camino hacia el apasionante mundo de la lectoescritura.
Personalmente, este tema me interesa mucho, tanto como futura educadora, como actual madre. Espero que sea acogido entre vosotros con el mismo cariño con el que yo lo pongo a vuestra disposición.
¡Muchas gracias!
¿Cómo enseñar a escribir a un niño?
Los niños suelen aprender a
escribir en el colegio, pero nosotros podemos ayudarles e incluso enseñarles
desde casa. Aquí te explicamos cómo puedes hacer que tu hijo escriba sus
primeras palabras.
- Anima a tus hijos a dibujar desde pequeños.
Escribir no es otra cosa
que dar forma a nuestro pensamiento, pero no hace falta saber escribir para
representar nuestro pensamiento. Cuándo un bebé hace un dibujo, está poniendo
en práctica su capacidad de abstracción, es decir, de dar forma a sus
pensamientos. Anima a tus hijos a que pinten y dibujen desde antes de que
empiecen a andar.
- Empieza por las vocales.
La escritura se compone de
palabras, y éstas de letras, cada una de las cuáles representa un sonido.
Cuando tus hijos empiecen a hablar, ayúdales a comprender que cada sonido se
corresponde con una letra distinta. Empezar con las vocales suele resultar más
fácil. Siéntate con tu hijo y traza con él las letras en un papel en blanco una
y otra vez hasta que lo sepa hacer sólo.
- Sigue con las consonantes.
El siguiente paso es
sentarte con tu hijo y enseñarle las consonantes. Que le quede claro que cada
consonante y su respectivo sonido se corresponde con una letra. Siéntate con él
y traza en un papel en blanco las letras una y otra vez hasta que lo sepa hacer
sólo. Ten paciencia, ¡te habrás dado cuenta que el número de consonantes que
tiene el abecedario es muy superior al de las vocales.
- ¡A escribir palabras!
Ya hemos
enseñado a nuestro hijo a escribir las vocales y las consonantes. Lo siguiente
es enseñarle a combinarlas, es decir, a escribir palabras. Una palabra no es
otra cosa que una representación de un concepto, y es importante que nuestro
pequeño lo tenga claro. Una buena idea darle un folio con una foto de un objeto
sencillo y hacer que escriba el nombre de dicho objeto. Por ejemplo, dibujar un
burro en un folio y hacer que nuestro hijo escriba la palabra `burro´.
- La clave está en la paciencia.
Paciencia, paciencia y más paciencia. Aprender a
escribir es algo que siempre ilusiona a un niño pequeño, pero también es algo
muy difícil que puede llegar a resultar muy frustrante. Sé paciente y pon mucho
amor en la tarea.
¿Cómo hacer que tu hijo lea?
1. Acostumbra a tus hijos a leer desde pequeños.
2. Siéntate con ellos.
3. Si tú lees, tus hijos leen.
4. Id a la biblioteca.
6. Regala a tus hijos libros relacionados con sus aficiones.
7. Leer revistas es una buena idea.
Lo ideal es acostumbrar a tus hijos a la lectura desde pequeños.. Es aconsejable que les leas desde que están en la cuna, no sólo les relajará, sino que además conseguirás que se acostumbren a la presencia de los libros.
2. Siéntate con ellos.
Cuando tus hijos estén aprendiendo a leer, lee con ellos. Ayúdales, y sobre todo, ¡haz que se lo pasen bien leyendo! Al fin y al cabo, la lectura debería de ser un placer, no una obligación
3. Si tú lees, tus hijos leen.
Si estás leyendo un libro, lee donde tus hijos te puedan ver. Si tus hijos te ven leer, lo más seguro es que ellos lean también.
4. Id a la biblioteca.
Sal de excursión con tus hijos a la biblioteca cuando tengas tiempo libre. Se lo pasarán en grande y les permitirá descubrir sus gustos y aficiones a través de la lectura.
5. No te olvides de los comics.
Si no has podido acostumbrar a tus hijos a la lectura desde una temprana edad y son de los que están todo el rato pegados a la televisión ya la consola y se muestran reacios a coger un libro, una buena idea es que les animes a leer comics. Las viñetas harán que no lo cojan los tebeos con tanta pereza.
6. Regala a tus hijos libros relacionados con sus aficiones.
Si tu hijo tiene un hobbie, otra buena idea es regalarle un libro relacionado con el mismo para que disfrute de su afición leyendo. De esta manera verá que leer no tiene por qué ser aburrido.
7. Leer revistas es una buena idea.
Es muy posible que exista algún tipo de revista que resulte de interés para tu hijo. Regalarle una suscripción resulta, además de un excelente regalo, una fantástica manera de hacer que tu hijo lea.
Enseñar a leer y escribir, todo un reto
Cuando un
docente llega por primera vez a una institución, el recibimiento inmediato es: “Le toca primero”. Quien lo dice, descarga en esas palabras una
gran responsabilidad que ha ido eludiendo con el transcurso del tiempo. Quien
las escucha, no tiene otra opción por su condición de “primíparo” en la escuela adonde ha llegado. Pero más tarde, uno o dos años tal vez, por la veteranía, estará diciéndole lo mismo a un colega
recién llegado.
¿Por qué sucede esto? ¿Por qué asusta tanto ese “coco” del grado primero? Quizás porque no se ha
tenido la suficiente orientación para desarrollar un proceso coherente en estos
grados, o porque creemos que son los que más trabajo demandan por la dedicación
que se les debe prestar desde el inicio.
Lo cierto
es que en estos grados no deben estar los recién llegados, salvo algunas
excepciones, ni los que han sido privados de una formación pedagógica en los
colegios, en las facultades de educación de las universidades, inclusive en las
escuelas normales. Allí deben estar interactuando los licenciados, los normalistas
superiores inquietos, los docentes con experiencia significativa para permitir
aprender a leer y escribir a sus estudiantes. Es en estos grados (primero y
segundo) en los que se fijan las bases para facilitar la construcción de las
columnas del conocimiento.
Por esto, el afán de motivar a los estudiantes
para que sientan la necesidad de emplear códigos, presentes en el sistema
alfabético, para representar la realidad. Las palabras, surgen para ellos (estudiantes)
como torrentes de significados con los cuales van a procesarla información que
circula en el mundo. A propósito de los docentes, se presenta una sencilla
lectura para que al final se saquen conclusiones en torno a los paradigmas
presentes en la profesión de educar:
EL RÍO CAMBIA DE CAUCE
Allá abajo cerca del río, un viejo cuyo nombre no
importa, tendrá unos ochenta y pico de años; su paso es firme, tiemblan sus manos,
sus ojos lloriquean y se ríe como si supiera algo acerca dela realidad. En su
época era el mejor pescador de la comarca. “Yo los agarro hasta donde no
existan”, solía decir; sabía escoger las carnadas más convenientes para cada
ocasión, conocía la profundidad exacta donde nadaban las diferentes clases de
peces y el tamaño preciso del anzuelo que
debía usar. A poca distancia de la choza donde habitaba el pescador, el río
hacía una vuelta cerrada y era allí, en aguas profundas y tranquilas, donde
le encantaba sentarse, sobre un banco que estaba a la orilla. Lanzaba su cuerda
al agua, allí nada más; ningún otro sitio le gustaba. Pero la naturaleza no
respetaba la costumbre del hombre. Y sucedió durante un invierno; hubo una
creciente espantosa y cuando las aguas volvieron a bajar, el río había abandonado
su viejo cauce y se había alejado unos cincuenta metros hacia el oeste,
formando un canal completamente nuevo. En el banco donde el pescador solía
coger su presa ya no quedaba sino un banco de arena.
Un hombre cuerdo en su caso, se habría adaptado a las
nuevas condiciones y buscado otro lugar para pescar; no así nuestro pescador, más terco que mula, quien
se resiste a los cambios que inevitablemente trae el transcurrir del tiempo,
todavía, si uno quiere tomarse el trabajo
de visitar el lugar, puede ver al viejo sentado en el mismo tronco y
pescando en el mismo banco de arena.
Tomado de Un poco de Historia. Mábel Betancourt y María Eugenia Puche.
Ministerio de Educación Nacional
La invitación que se desea hacer con esta publicación es la de buscar
nuevos “charcos” para pescar. Se
debe estar en continuo cambio porque tal vez estemos todavía pescando donde ya
no corre agua, agua de conocimiento. Sí, enseñar a leer y escribir es un reto,
un reto que llena de satisfacción tanto al docente como al niño; juntos de la mano,
se contagian día a día, de la magia dela palabra que comunica, que ama, que siente,
que ora, que dibuja, que construye.
Educar es dar sentido a la vida, dignificándola.
La oración del educador
Educar es ayudar a que el ser humano desarrolle adecuadamente sus enormes posibilidades. Conviene saber que educamos más a través de lo que somos y de lo que sentimos, que con todo lo que decimos o explicamos.
Educar es aconsejar sin oprimir, prevenir sin atemorizar; ofreces alternativas de humildad, sencillez y prudencia.
Educar es dar sentido a la vida, dignificándola. Es humanizar y espiritualizar. Es un largo y complejo proceso que supone un intenso aprendizaje, con aciertos y errores, con alegrías y decepciones, con constantes altibajos.
Educar es hacer a los niños seres libre, capacitados para actuar de acuerdo a sus convicciones, de tomar decisiones sin sentirse coaccionados por la ideologías del momento.
Educar es actuar, estar cerca, compartir, acompañar de una manera racional y lógica al niño. Es un hecho técnico, científico, pero que administrado con amor, se convierte en una experiencia sumamente creativa y estimulante.
Educar es ayudar a que el ser humano desarrolle adecuadamente sus enormes posibilidades. Conviene saber que educamos más a través de lo que somos y de lo que sentimos, que con todo lo que decimos o explicamos.
Educar es aconsejar sin oprimir, prevenir sin atemorizar; ofreces alternativas de humildad, sencillez y prudencia.
Educar es dar sentido a la vida, dignificándola. Es humanizar y espiritualizar. Es un largo y complejo proceso que supone un intenso aprendizaje, con aciertos y errores, con alegrías y decepciones, con constantes altibajos.
Educar es hacer a los niños seres libre, capacitados para actuar de acuerdo a sus convicciones, de tomar decisiones sin sentirse coaccionados por la ideologías del momento.
Educar es actuar, estar cerca, compartir, acompañar de una manera racional y lógica al niño. Es un hecho técnico, científico, pero que administrado con amor, se convierte en una experiencia sumamente creativa y estimulante.
Conciencia silábica.- palmeo de palabras
Para que los niños vayan adquiriendo la conciencia
silábica podemos hacer ejercicios con ellos desde que están en la clase de los
3 años.
La actividad que presento hoy es el PALMEO DE
PALABRAS
Mi método se basa en la presentación de dibujos acompañados de tantas cruces como sílabas tiene la palabra. Éstas cruces se corresponden con las palmadas que debe dar el niño.
Mi método se basa en la presentación de dibujos acompañados de tantas cruces como sílabas tiene la palabra. Éstas cruces se corresponden con las palmadas que debe dar el niño.
El ejercicio debe ser una rutina en la Asamblea de por la mañana para que poco a poco el niño vaya adquiriendo la conciencia silábica. Es una actividad que se plantea en forma de juego colectivo al principio y después se va haciendo de forma individual.

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